Curtiembres. Tiraban contaminantes cerca del río Suquía
Algo olía mal en la zona del Camino a Chacra de la Merced, en el extremo este del ejido urbano de Córdoba, y no era, precisamente, la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande.
Desde hace varios años, los vecinos de los barrios ubicados en el cuadrante nordeste de la ciudad (Palmar, Yofre Sur, Los Pinos, Pueyrredón, entre otros) padecen, en algunos días de la semana y en horas de la tarde-noche, sobre todo cuando hay brisa del sur, un olor nauseabundo. Algunos lo atribuían al crematorio de barrio San Vicente, otros a una grasería del sector y otros a una curtiembre que nadie podía ubicar.
La semana pasada, la Municipalidad de Córdoba clausuró una curtiembre ilegal que, además de emanar olores, arrojaba desechos químicos en inmediaciones del río Suquía. El operativo, a cargo de la Justicia Administrativa de Faltas y de la Subsecretaría de Ambiente del municipio, se realizó en Camino a Chacra de la Merced, kilómetro 3 y medio.
Allí funcionaba, sin autorización y –según los vecinos– desde hacía mucho tiempo, esta curtiembre que sería propiedad de un comerciante de barrio Colón.
El establecimiento ya tenía una clausura por parte de la Policía Ambiental, pero seguía funcionando en evidente infracción al Código de Convivencia.
El titular de los Tribunales Administrativos de Faltas, Ramón Ortega, destacó que se intervino de oficio gracias a las denuncias de vecinos.
Fuentes municipales señalaron que, al ingresar al predio, los inspectores se encontraron con un cuadro “tremendo” por el olor “fétido” de los desechos (líquidos y sólidos) presentes en una acequia y con una cañería que llevaba una sustancia química hacia un terreno que desagua en el río Suquía.
Sin documentación
A la hora del procedimiento había 12 personas trabajando sin documentación laboral, sin indumentaria ni medidas de resguardo. Se encontraron una laguna de desechos tapada sin remediación, y otra en pleno uso y con una bomba de drenaje con una cañería que produce volcamientos al terreno mencionado. En el interior del galpón hallaron charcos del mismo líquido y falta de higiene.
Se hizo una denuncia penal y el juez de Faltas imputó, entre otras cosas, violar la clausura y las normas de protección ambiental (artículos 210 y 281 del Código de Convivencia), por lo que se impondrá una multa millonaria.
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